El diario de Mireia: Martes 5 de mayo. Día 52: Vía Verde en primera persona

Por primera vez desde el 13 de marzo no había pisado esta zona. Se me hace raro que haya pasado tanto tiempo sin ir cuando yo de normal frecuentaba la zona todos los viernes, y si podía y me daba tiempo los jueves cuando volvía de Castellón.

Casi dos meses después lo hago y siento diferentes cosas. Además,  me preparo para lo que probablemente voy a encontrarme. Sí, podría perfectamente haber ido a otro sitio, teniendo en cuenta que la Vía es el lugar donde más gente acude en el horario que se nos permite, pero también he de admitir que quería ver si es cierto todo lo que dicen o las fotos que pasan de las aglomeraciones y falta de empatía por inumplir las normas.

Voy caminando y me encuentro parejas que obviamente conviven en la misma casa. El paseo por la Vía Verde es algo que confunde mucho, porque ¿se considera deporte o no? Yo pienso que sí porque sudas más que dando la vuelta a los puentes, pero hay gente que va allí como alternativa a su kilómetro de radio. No es minoría esta parte de la población, pues la mayoría van acompañados por hermanas, hermanos o parejas.

Por otra parte, veo a grupos de ciclistas  y de personas mayores caminantes que se nota que no conviven juntos. Algunas conversaciones que he oído cuando adelantaba a unas mujeres de 60 años, como mínimo, era “Mañana podríamos hacer lo mismo” o ”Sí, porque además el tiempo acompaña”. Puede acompañar todo lo que tú quieras, pero esque encima lo dice la población de riesgo. No se ya entonces quién tiene que tomar más precaución, porque si los que más deberían tenerla no la tienen….

Deporte individual

El deporte individual está subestimado y no hacer caso a las indicaciones al Gobierno de moda, pero pienso en no intentar enfadarme y disfruto de lo que hacía tanto tiempo estaba esperando, del aire libre.

Me encuentro a gente que me dice: “tu hermana es más madrugadora eh!” (porque claro, va por delante mía) o “Venga va que te queda nada para pillar a Laura”. Pero no es hasta el puente de Fernando Reig cuando identifico un puntito rosa a lo lejos, su camiseta.

Llego a casa antes que ella porque decido correr el último tramo y cuando llega ella y hablamos sobre qué tal ha ido coincidimos en lo mismo. Por lo general las normas de seguridad de distanciamiento se han cumplido. La gente tiene miedo y se nota, se aleja, intenta no ir en fila y cuando se para a hablar con alguien lo hace desde la distancia. Pero lo de individual se queda un poco (bastante) cojo.

Dentro de este mal, la hora y media que he estado paseando ha sido espectacular. Me han devuelto algo tan simple como el ejercicio individual al aire libre, escuchando los pájaros y oliendo la naturaleza. Con qué poco puede ser uno feliz. Ahora solo falta que se pueda hacer conjuntamente para poder disfrutarlo con mi hermana, mi madre,  mi padre o con quién sea, pero cuando toque.

Me dispongo a hacer una serie de trabajos y cuando acabo decido comprobar que la tarea de la asignatura que tengo tan asqueada, informática, la subí correctamente. Siempre tengo el miedo de no haber subido la práctica bien y en este caso más todavía porque me había costado de hacer dos semanas la dichosa.

Entro en el Aula Virtual en el apartado de la práctica 7,accedo al enlace de la página web que tenía que crear y veo que se ha eliminado toda la información. “¿Será broma no?”, pienso en una primera instancia mientras la vuelvo a cargar. No, no era ninguna broma, se me ha borrado todo. De la impotencia empiezo a llorar. Es la práctica a la que más tiempo había dedicado para qué, ¿para nada? Le envío un correo enseguida  a mi profesor y tras algún mensaje malentendido consigue descifrar mediante programas informáticos que alguien había accedido a mi cuenta a las 9:30. Obviamente yo no había sido porque estaba caminando pero claro, ¿eso cómo lo sabe él? Durante esta semana me dará alguna solución y solo espero que no me diga que busque en Internet.

Noticias

Mientras comemos, vemos las noticias y comentamos algunas que hemos visto en redes por la mañana.

Una de las pautas de la desescalada hace dos días era que en la fase 1 podrán abrir los bares con el 30% de su aforo, pero debido a que a muchos hosteleros no les rentaría han decidido aumentar el porcentaje a un 50%. Esto quiere decir que si Alicante es una de las provincias que pasa a la fase 1, podremos ver los bares medio llenos. Yo no estoy preparada, no soy consciente de que falta una semana para poder ver con algo de vida las calles de Alcoy. Tras 50 días sin absolutamente nada, estamos a una semana de ver algo más que “deportistas”, no obstante no me precipito. En Alicante se han registrado 5 muertes, la mitad de toda la Comunidad Valenciana, por ello habrá que esperar y ver el progreso durante 5 días más.

Nos vamos a trabajar y mientras pasan las ocho horas es inevitable pensar en la desescalada y en el fin de esto y el principio de la nueva normalidad. Ahora solo pensamos en pasar a la siguiente fase, como si fuese un juego. ¿Qué provincia pasará? ¿Cuál se quedará estancada? Todos queremos ser la provincia ganadora que pase a la fase 1, pero para muchos ya estamos en la fase 4.

Salgo de trabajar y, al situarse la fábrica al lado de Serelles, no paro de ver a gente bajar en grupos de amigos por la calle. Irresponsables. No me cansaré de repetirlo: Miles de personas han muerto, otras están arriesgando su vida, nosotros nos hemos sacrificado para algo, no para saltarse las normas tan solo en la fase 0. Estos días estoy escuchando mucho el refrán de “les das la mano y te cogen el brazo”, es la frase de moda y con toda la razón del mundo. El coronavirus ya no existe para gran parte de nosotros.

Tras esta jornada de ver diferentes comportamientos sociales, entro en Facebook e Instagram para nutrirme un poco más de la actividad de la gente.

En Instagram me decepciono bastante. La gente puede ser tonta de quedar con amigos, amigas, novios o novias y de que la gente les vea - a mi se me caería la cara de vergüenza de que me viesen incumpliendo las normas -, pero compartirlo por redes sociales ya me parece de ser ultra mega inépto. No entiendo de verdad a la gente que además presume de su ilegalidad, de los paseos con los amigos, de los reencuentros con abuelos, del deporte colectivo… La cuarentena está haciendo ver cómo son realmente las personas que nos rodean: cuáles son conscientes y responsables y cuáles son egoístas, hipócritas y además tontos por compartilo en las redes. Dudo que se hayan caído por el balcón durante el aplauso de las ocho, porque mucha gente nace con esas “cualidades”, pero lo parece en múltiples ocasiones.

En cambio Facebook me ha trasladado hoy algo positivo. Constantemente veo vídeos y fotos de cualquier parte del mundo. En este caso he visto una de unos bomberos suecos que habían escrito en el suelo un mensaje tanto creativo como útil:

“COVID-19 en 2020: 20 segundos para lavarse las manos, 2 metros de distancia y 0 excusas”. 

0 excusas, 0 EXCUSAS, 0 Excusas, 0 desculpas, 0 excuses, 0 rimpanti, 0 excuses o 0 excuses,.

En minúscula, en mayúscula, en español, en portugués, en valenciano, en italiano, en inglés, o en francés, el mensaje es el mismo.