El tiempo - Tutiempo.net
Alcoi
El temps

El diario de Mireia: Sábado 2 de mayo. Día 49: Primera vivencia tras 49 días viviendo de recuerdos

Més a prop de la Llibertat
  • Yo me voy a dormir tranquila conmigo misma, he respetado la normativa como nos han indicado. No obstante, mis sensaciones se contraponen por la desobediencia civil

Primer día de mínima libertad, ¿se cumplirán mis expectativas? Estos días lo principal que se ha ido circulando por las redes sociales han sido las normas y las pautas para esta fase 0 de la desescalada...

De 6-10h y de 20-23h paseos con una sola persona con la que convivas y a un radio de un kilómetro de tu casa durante una hora y deporte individual con tiempo ilimitado y dentro de tu municipio.

De 10-12h y de 19-20h paseos de mayores de 65 años con acompañante (si fuese necesario por dependencia).

Y de 12-19h los niños.

Todo esto respetando la medidas de seguridad: mantener dos metros de distancia en paseos, 10 metros si vas corriendo, 20 metros si vas en bici y mascarilla recomendable hasta en el deporte. ¡Ah! Y sobre todo salir una vez al día siempre que otras circunstancias no te obliguen a salir más, como tener un niño o un mayor dependiente. Fuera de eso, una vez al día.

 

Ayer pensé en esto último y decidí dar el paseo con mi hermana dentro de mi km de radio para ver de lejos a mi padre y a mi abuela.

La otra opción hubiese sido irme a la montaña. Teniendo en cuenta que la frecuentaba día sí y día también cuando estaba en Alcoy es algo que echo mucho de menos. No obstante, ver a mi padre y a mi abuela - aunque sea a lo lejos - supera mis ganas de respirar aire puro por mil.

 

Me despierto y mi madre no está, se había ido a caminar. Yo empiezo a ver fotos y vídeos de gente haciendo deporte en pareja, en grupo, yendo hasta montañas que no pertenecen a  Alcoy… y empiezo ya a quemarme. 

Cuando llega mi madre me cuenta su experiencia y, como era de esperar, la Vía Verde parecía el Madrid Arena,  por la muchedumbre que había. Nada más llegar al puente de las Paulas ha dado media vuelta y ha cambiado de ruta. Esto era previsible y el incumplimento de las normas también, pero sigue molestando muchísimo a los que lo intentan hacer bien.

Incumplimiento

Mi madre, además, ha presenciado una escena donde una amiga desde el portal de su casa le decía a la otra: “¿Entonces mañana quedamos igual no?” Sin palabras.

Yo mañana me iría con mi madre o con mi hermana a hacer alguna excursión por la montaña, pero está prohibido, no se puede. Y ver a gente que nunca ha hecho excursiones con acompañante no puedo soportarlo. Aunque sea El Racó de Sant Bonaventura ya estás haciendo un esfuerzo mayor que dar la vuelta a los puentes, y por lo tanto no se considera un paseo, sino deporte.

Llegan las siete de la tarde y me empiezo a poner nerviosa, voy a salir a dar una vuelta con Laura. Hacía tiempo que no teníamos el dilema de qué ponernos de ropa y cuando hemos abierto el armario no recordábamos ni algunas cosas que teníamos. Llegan las ocho, aplaudimos y decidimos salir de casa. En un principio llevábamos la mascarilla en el cuello, pero cuando hemos empezado a ver más gente hemos decidido ponernosla  y no quitarnosla a pesar del agobio.

 

Desde los balcones hemos escuchado “Massa gent hi ha” en una conversación entre vecinas. Pero si nos dan la oportunidad de salir, yo al menos voy a hacerlo con absoluta responsabilidad. En la Alameda hay gente, pero tampoco tanta. Empezamos a encontrarnos a gente conocida, con mascarilla, esto es de película. Llegamos al Puente de San Jorge y ahí es el único momento donde he podido ver  más aglomeración que en otro trayecto de nuestro recorrido. Además en este momento nos hemos encontrado con familias al completo, sin seguir las indicaciones de con UNA SOLA PERSONA CON LA QUE CONVIVAS.

Mi madre se ha quedado en casa porque tres ya no podemos ir juntas, ella había elegido salir por la mañana por eso, porque por la tarde con nosotras no podría. Y ver a familias juntas, amigos que habían quedado e incluso parejas que no viven juntas me enerva. Yo dormiré con la conciencia tranquila, sé que esta gente que no respeta las normas y sale con más gente o más veces de las que toca tambien, pero me avergüenza su poca responsabilidad y su hipocresía.

 

Llegamos al centro y volvemos a ver a bastante gente, pero se respetan las distancias por lo general.  Coincidimos con unos amigos nuestros ¿Qué hacéis juntos? No lo entiendo enserio, pero para no entrar en polémicas saludamos y tenemos la típica conversación:

¿Qué tal?” “Eh bien aprovechando la hora de libertad jaja” “Yo igual a ver cuando se acaba esto que estoy super cansado” “Ya ves… bueno pues ya nos veremos mañana si haces el mismo recorrido” “jaja si adiós”.

Asimismo, nos encontramos con la misma gente que hace un rato porque ha dado la vuelta a los puentes al revés. Ver a esas personas de lejos y ver que vas a saludarle de nuevo es muy raro pero hace risa.

 

Y por fin llega la hora de pasar por casa de mi abuela. Pero antes pasamos por el DOMUS VI. He pasado pensando en lo que hay dentro, en los vídeos que he visto de los aplausos, las vidas sanas que quedan, las que no están sanas, las que ya no están... es inevitable no erizarse. La pancarta de fuera intenta animar: “Resistiremos, todo saldrá bien, muchas gracias”.

Llamo a mi abuela para que se asome al balcón y la veo ¡Qué reguapa está! Aunque sea desde un quinto piso ya la hemos visto en persona. Para no chillar  la hemos llamado y hemos hablado por teléfono y cara a cara. Otra cosa más para la lista de cosas raras. A mi padre, en cambio no hemos podido verle porque estaba haciendo deporte individual, pero mañana seguro que lo vemos como a mi abuelita.

Llegamos a casa justamente habiendo pasado una hora.

En una hora he visto mil cosas y he sentido otras mil. Las tiendas cerradas con carteles de “envío a domicilio”, el Domino´s Pizza preparando los pedidos, la Plaça de Dins completamente vacía, gente a la que de normal veía arreglada los sábados con mascarilla, cortas conversaciones, silencio en la mayoría de zonas… pero todo encaminado al roce de la libertad.

 

Yo me voy a dormir tranquila conmigo misma, he respetado la normativa como nos han indicado. No obstante, mis sensaciones se contraponen por la desobediencia civil.

Esta mañana he tenido un debate con una conocida que no había cumpido la normativa y no pensaba hacerlo porque no le parecía bien. Personas como esta hay a millones, se saltan las normas, hacen deporte conjunto, pasean más de dos… Es una cuestión sanitaria, miles de personas han muerto, otras están arriesgando sus vidas y nosotros hemos aguantado 50 días justos encerrados en casa para echarlo todo a perder. Por favor, más responsabilidad.

Reflexiono sobre esto, pero no quiero cerrar los ojos pensando esto lo último, sino en lo bueno del día. Llevábamos un mes y pico viviendo de recuerdos y no de vivencias y esta primera salida se ha convertido en la primera vivencia que recordaremos como primer paso del fin de esto. Buenas noches.