Gonzalo Olcina, la jeringa del Alcoyano

Dicen que padre no hay más que uno. Pues permítanme que discrepe, puede haber uno y medio. Algunos tenemos a nuestro sagrado progenitor, y además, a Gonzalo Olcina. Somos un grupo muy reducido de privilegiados que convivimos con él a diario o semanalmente, que nos sometemos a sus montañas rusas de pensamientos y argumentos, pero que sucumbimos ante sus encantos paternales. Sus canas se traducen en consejos de oro, su compañerismo y su fidelidad están descatalogados en el mercado. Los amigos de los jueves, los del "Barril", queremos manifestar nuestra total devoción por Gonzalo Olcina. Eso sí, envidiamos al CD Alcoyano, porque él se lleva todavía más dedicación que nosotros. Señor Olcina, felicidades por su reconocimiento público por parte de la Federación Valenciana de Fútbol. Lo merece.

Nos pueden (les pueden, porque la complicada agenda a algunos nos impide cumplir) encontrar cada jueves en el Restaurant Tir al Plat (tiro Pichón) a la hora de comer, en torno a un barril que hace de mesa. Son la 'colla' del Alcoyano, 'los del Barril'. Hay uno que no falla, se llama Gonzalo Olcina Fuster. Lo identificarán porque habla fuerte, gesticula y reta a cualquier persona que se acerca por allí. Tiene rasgos fuertes, marcados, casi de persona mayor. Pero su vitalidad le hace pasar por un cuarentón.

Dicen que fue guapo y ligón de joven; certifico que su buen gusto femenino y sus artes de seducción siguen vigentes. Su esposa, la paciente Carmen, puede estar tranquila y orgullosa: siempre tiene palabras agradables para el género opuesto y para sus amigos.

El infinito internet se acabaría si tuviera que destacar todas sus virtudes. Citaré alguna de ellas. Gonzalo Olcina es un maestro de la vida; es de esas personas de las que aprendes cosas cada día sólo observando y analizando qué dice y qué hace. Por supuesto que más del 50 por ciento de las cosas no las hace bien, pero se arriesga y las lleva a cabo asumiendo las consecuencias. Es serio, constante... muy constante.

Sus consejos son muy preciados, su experiencia más. Ha pasado por todas las ideologías y es una enciclopédia andante de la alcoyanía. Conoce absolutamente a todo el mundo. Hábil en el 'trapicheo' bien entendido, pillo, pícaro, formado en la escuela de la vida y consecuente con sus actos.

Gonzalo da besos a la gente, abraza a sus amigos, atrapa la atención de los niños y es detalloso. Algunos tenemos la suerte de haver vivido la época en la que el Alcoyano lo fijó como patrimonio de la Humanidad alcoyanista y lo bautizó como la 'jeringa del CDA'. Por un club de fútbol pasan entrenadores y jugadores, centenares... Pero él, es el único que siempre está; cada año, cada temporada.

Es la 'jeringa' porque sirve para vigilar el césped, apadrinar a jugadores acabados de llegar desde la otra parte del planeta de 18 años que descubren la frialdad del Alcoy del mes de noviembre, gestionar la publicidad estática del estadio, para diseñar el protocolo de una cena de Navidad o recibir como merecen a los árbitros cada domingo, entre muchas otras cosas. Se planteó, incluso, hacer de 'speaker'... pero no queremos que le dé un achuchon.

Juan Serrano, presidente, el también eterno directivo Francisco González (Kiki), y Fernando Ovidio, gerente, tienen la culpa de todo. Sobre todo Ovi, capaz de sacar lo máximo de Gonzalo dándole la fuerza y el protagonismo que merece. 

Uno de los personajes del CD Alcoyano más relevantes del siglo XX-XXI, Gonzalo Olcina Fuster, ha recibido este lunes un importante reconocimiento de la Federación Valenciana de fútbol. Lo merece, sí, por supuesto. Pero -tomen nota- aquí, en su casa, también lo merece.

Por eso, Gonzalo, gracias por guiarnos en el fútbol y en la vida.

Natxo Lara

Alcoyanista gonzalista