Las viviendas industriales son eficientes y ahorran tiempo durante su ejecución

El sector de la construcción ha experimentado en los últimos años una enorme revolución gracias a la aplicación de la tecnología industrial en los procesos de ejecución de sus proyectos. Es ahí donde una construcción industrializada supone un ejemplo de la vanguardia más valorada en el mercado actual. Las empresas especializadas han logrado que la eficiencia, la solidez y los tiempos de ejecución de cada proyecto se combinen a la perfección para optimizar, todo lo posible, cada una de sus fases en beneficio del cliente. 

 

Así pues, tanto el diseño, la elección de materiales y la integración de la eficiencia tanto energética, como de consumo y el aprovechamiento de los recursos naturales del entorno dan resultados increíbles. 

 

Además, hay que tener en cuenta que las empresas que se dedican a implementar este tipo de construcciones se atreven con proyectos que van desde edificios en altura, como naves industriales, hasta viviendas particulares. La modulación de cada elemento y una combinación de talento, profesionalidad y equipo experto hace que todos los clientes hallen el proyecto que siempre han querido hacer realidad. 

 

Tener una vivienda industrializada en muy poco tiempo

 

La gran ventaja que tiene decantarse por una vivienda industrializada es que es posible elegir entre un catálogo de edificaciones previamente planificadas y trabajar sobre ellas. Por supuesto, el equipo de diseño y arquitectura planificaron previamente las características de la zona, el terreno y el tipo de casa que se quiere construir, eso es importante porque dará los datos necesarios para una buena cimentación. 

 

La gran ventaja que ofrece este tipo de construcciones es que se pueden personalizar al cien por cien, además de que integran las instalaciones complejas que toda casa necesita para ser funcional: fontanería, electricidad, desagües o domótica. No obstante, lo que suelen valorar más los clientes son los tiempos de entrega, ya que en pocas semanas la casa ideal estará en pie y lista para entrar a habitarla. 

 

Todo eso se consigue gracias a la tecnología bim en la construcción que combina su escrupuloso celo con la normativa, pero que también ayuda a que sean más económicas y que se cumplan los plazos de entrega. Gracias a esta tecnología industrial todos los principios de comodidad que debe ofrecer una vivienda de estas características están asegurados: evitar humedades gracias a su construcción en seco, aislamiento acústico, una ventilación y luminosidad eficientes y un consumo energético optimizado. 

 

Construcciones sostenibles y amigables con el entorno

 

Gracias a los sistemas constructivos sostenibles que se utilizan en la puesta en marcha de proyectos de vivienda industrial se protegen los entornos. Sin lugar a dudas, hacer casas completamente eficientes, lo más autosuficientes energéticamente hablando y que sean capaces de integrar los recursos naturales de su alrededor para ser más sostenibles es algo que solo consiguen este tipo de viviendas. 

 

También es importante destacar en este punto que el sistema de construcción mismo también respeta el entorno, ya que es lo mínimamente intervencionista y al estar modulados los materiales y fabricados en recintos industriales el impacto es mínimo durante su colocación. Además, los aceros que se usan en las construcciones son reciclables y en la cimentación se gasta hasta un 90% menos de agua que cuando se eligen los sistemas tradicionales. 

 

En definitiva, gracias a las construcciones industriales el sector está experimentando su particular aportación hacia modelos acordes al S.XXI y al amparo de la protección de los entornos naturales sin renunciar a una buena estética, durabilidad y confort de las viviendas o cualquier otro tipo de edificación. También suponen un ahorro económico importante y se aseguran una adaptabilidad absoluta a cada espacio donde se pretenda ubicar esa vivienda ideal o ese nuevo edificio de oficinas.