Todo sobre la fiabilidad del Suzuki Grand Vitara III generación: problemas característicos del crossover japonés
Suzuki Grand Vitara III generación, a pesar de su pedigrí japonés, no está exento de problemas característicos, que son especialmente relevantes para los coches con kilometraje.
Un área que requiere atención es el caja de dirección del Suzuki Vitara. Con el tiempo, la cremallera de la dirección puede desgastarse, lo que se manifiesta en golpes y holguras en el volante. Esto se nota especialmente en carreteras en mal estado y al maniobrar a baja velocidad. También pueden surgir problemas con el sistema de dirección asistida: ruidos extraños, fugas de líquido y deterioro de la dirección. Se aconseja a los propietarios que comprueben periódicamente el estado del sistema de dirección y lleven a cabo un mantenimiento preventivo.
El Grand Vitara tiene una carrocería resistente, pero es propenso a la corrosión. La pintura pierde rápidamente su resistencia y en los lugares de contacto con las juntas de goma puede limpiarse hasta convertirse en metal. Los pasos de rueda traseros y los umbrales son especialmente vulnerables, y con el tiempo aparecen bolsas de óxido. Los elementos cromados decorativos se decoloran al cabo de 3-5 años, y la puerta trasera acaba hundiéndose en las bisagras.
El interior del coche está ensamblado cualitativamente, pero con el tiempo el plástico empieza a chirriar. La tapicería de tela de los asientos pierde su aspecto original a los 150 mil kilómetros, y los asientos de cuero sirven de 120 a 200 mil kilómetros. Los conductores y pasajeros deben tener en cuenta que el plástico de la consola central es propenso a sufrir arañazos.
Los motores del Grand Vitara demuestran una buena fiabilidad. Las versiones de gasolina con una capacidad de 1,6 y 2,0 litros pueden cumplir más de 350 mil km sin reparaciones importantes. Sin embargo, el punto débil es el accionamiento de los implementos. En el motor de 2,0 litros, la cadena de distribución requiere una inspección periódica y sustitución después de 120-160 mil km.
La transmisión está representada por cajas de cambios manuales y automáticas. Mecánica requiere la sustitución de los cojinetes y sincronizadores después de 140-180 mil km, y el embrague sirve alrededor de 120-150 mil km. Automática de cuatro velocidades Aisin se caracteriza por una alta fiabilidad, si cambia el aceite cada 60 mil km y evitar la conducción agresiva.
La transmisión de tracción total con caja de transferencia y bloqueo del diferencial entre ejes es fiable. Sin embargo, los propietarios deben vigilar el nivel de aceite, ya que las fugas a través del sello de aceite del eje primario pueden causar daños graves. Las juntas internas de los ejes de transmisión pueden causar vibraciones después de 100-150 mil kilómetros, y los pasadores de polvo de las juntas P requieren reemplazo después de 200 mil kilómetros.
La suspensión del Grand Vitara tiene un diseño independiente, lo que tiene un efecto positivo en el manejo. La suspensión delantera tipo McPherson requiere la sustitución de los puntales estabilizadores cada 60 mil km. Los cojinetes del buje duran hasta 150 mil km, y los amortiguadores y silentblocks de los brazos delanteros - hasta 160 mil km. La suspensión trasera multibrazo aguanta al menos 100.000 km, pero requiere revisiones periódicas.
El sistema de frenado incluye discos delanteros ventilados y frenos traseros de tambor. Las pastillas delanteras duran hasta 40 mil km, las traseras - hasta 80-100 mil km. Las pinzas delanteras de dos pistones requieren reparación cada 150-200 mil kilómetros, y los mecanismos traseros a veces se agrian con el uso irregular.
El sistema de climatización a menudo funciona sin problemas graves, pero los propietarios deben prestar atención a las posibles averías del motor del calentador y servomotores de las aletas. Además, con el tiempo puede ser necesario sustituir la resistencia del ventilador del calefactor.
La electrónica del Grand Vitara es sencilla y fiable, pero con el tiempo puede haber problemas con los contactos del cableado, especialmente alrededor de las conexiones de las puertas y el salpicadero.
Al elegir un Suzuki Grand Vitara de segunda mano, es importante tener en cuenta que el coche requiere un mantenimiento cuidadoso. Los diagnósticos regulares y el mantenimiento preventivo pueden ayudarle a evitar graves costes de reparación y alargar la vida de su coche.